La producción virtual ofrece ahorros significativos al eliminar gastos relacionados con locaciones físicas, como el alquiler de locaciones y los costos de viaje para el elenco y el equipo de producción. También, se reduce enormemente el personal contratado y el equipamiento usado.

La capacidad de realizar ajustes instantáneos durante la filmación permite a los equipos corregir errores o implementar cambios creativos sobre la marcha, agilizando el proceso de producción y minimizando la necesidad de costosos reshoots.

La libertad para crear entornos virtuales ilimitados abre nuevos horizontes creativos, permitiendo a los cineastas explorar conceptos y narrativas que antes eran difíciles de realizar con métodos tradicionales

La integración de herramientas de previsualización, tecnología de cámara virtual y renderizado en tiempo real simplifica y acelera el proceso de producción, reduciendo la necesidad de extensas sesiones de filmación y postproducción.

La adaptabilidad de los entornos virtuales permite a los equipos experimentar con varios escenarios y estilos visuales sin las limitaciones y costos asociados con la construcción y manipulación de sets físicos. Permite seleccionar la hora a dedo, tanto como el sol y/o la lluvia.

Al minimizar la necesidad de viajes y la construcción de sets físicos, la producción virtual reduce la huella de carbono y el agotamiento de recursos, promoviendo prácticas ambientalmente conscientes.

Al simplificar el proceso de producción y eliminar la necesidad de enfrentar desafíos logísticos y físicos, la producción virtual fomenta un entorno de trabajo más relajado y libre de estrés para los equipos de producción.